Carlos Montenegro, director del Centro de Estudios de la
Orinoquia (CEO) de la Universidad de los Andes, nos comenta
sobre los potenciales y desafíos de la Orinoquia. La agricultura
sin deforestación parece ser una de las grandes oportunidades
de la región.
Para empezar, una pregunta cliché ¿por qué deberíamos
poner la mirada en la Orinoquia?
La Orinoquia es la región del país que tiene unas características
particulares. Es una región que tiene un potencial agrícola
grandísimo y unos recursos hídricos enormes. Es una región
donde se puede hacer agricultura sin necesidad de deforestar.
Si uno mira en Google Earth y se enfoca en Brasil, allí se ve
cómo han deforestado, cómo están tumbando selvas para
crear sabanas y para hacer agricultura. Ahora, si uno observa
la Orinoquia, se da cuenta que aquí están ya las sabanas que
no se están utilizando. En un mundo donde las demandas
alimentarias son enormes, existe una presión por generar
desarrollo en territorios como la Orinoquia. Por ello, debemos
enfocarnos en la región porque brinda una respuesta a esta
creciente demanda mundial.
Aparte de la agricultura, ¿qué otras oportunidades hay en
la Orinoquia?
La agricultura es lo que a uno primero se le viene en mente.
Pero, la Orinoquia tiene varias cosas importantes. Una de ellas
es el tema de turismo, el potencial turístico de la Orinoquia
es enorme. Creo que si nosotros usáramos la región como
deberíamos usarla sería un gran destino turístico, porque la
Orinoquia es un lugar donde se ven cosas raras. Porque ver
un mico en un árbol, sabanas llenas de agua y tantos animales
no es algo que se ve todos los días. Este exotismo –creo- es
un factor que sería muy importante que la gente pudiera
aprovecharlo. La Orinoquia tiene mucho que ofrecerle al país.
Considerando el otro lado de la moneda, ¿cuáles serían los
retos de la Orinoquia?
Hay varios retos que hay que mencionar. El primero es el reto
ambiental. La región cuenta con un ciclo hídrico muy especial,
ya que tiene estaciones: la estación de lluvia y la estación de
sequía. La estación de lluvias dura ocho meses y la estación seca
cuatro. Todos los ecosistemas en la región se han adaptado
a estos cambios. Pero, un desafío muy importante es hacer
agricultura respetando, entendiendo y conviviendo con esa
estacionalidad. La agricultura -o como se piensa- lo que quiere
hacer es romper con ella: en las épocas de lluvias drenar el
territorio para poder hacer agricultura y en la época de verano
introducir agua. Eso es romper esa estacionalidad. El reto es no
hacerlo, buscar otras alternativas.
Otro desafío importante es el tema de la gente, hay una
población muy relevante de indígenas en la región. La pregunta
es ¿qué va a pasar con estas comunidades? ¿Qué va a pasar
con estas culturas, si desarrollamos la Orinoquia de manera
acelerada? Mucha gente va a llegar, en la Orinoquia se van
a romper esas tradiciones. El reto entonces es saber cómo
introducir esa cantidad de personas que necesitan llegar para
el desarrollo y, al mismo tiempo, se preserve la riqueza cultural
de la región. Eso es un tema complicado.
Ahora bien, obviamente también entra el cambio climático que
nos ha afectado la estacionalidad. Tenemos que empezar a
prever y entender cómo el cambio climático va a afectar a la
Orinoquia y, en particular, la agricultura. La intensidad de los
eventos será mucho más grande, habrá lluvias y sequías más
fuertes, tenemos que estar preparados. Esos son los tres retos
a largo plazo que veo para la Orinoquia: la estacionalidad, la
gente y el cambio climático.
Bueno, usted ya me mencionó las oportunidades y los retos
a largo plazo. Pero, ¿qué le espera a la Orinoquia en el 2019?
Siento que en este momento es muy importante el tema
del proceso de paz. El proceso de paz ha generado una gran
expectativa en muchas personas. Por ello, el año entrante lo que
nosotros tenemos que preguntarnos es ¿cómo vamos nosotros a
poder cumplir con las expectativas que se están generando? Las
personas están diciendo: “¡hombre!, vamos a entrar a una época
donde va a haber presencia del gobierno, va a haber una autoridad,
van a llegar condiciones para poder tener una vida normal”. No sé
si decir "normal"… pero una vida donde puedan tener acceso a
la educación, al mercado y a asistencia técnica, entre otras cosas.
Creo que el año entrante, 2019, va a ser muy importante para
que nosotros podamos darles cumplimiento a esas expectativas
generadas. Ya sea con la ayuda del gobierno, cooperación
internacional, las universidades, entre otros. Tal vez ese es el
tema más importante el año entrante: poder cumplir con las
expectativas que se generaron en el proceso de paz. Ahora, hay
otros desafíos para el año entrante que no sé cómo se van a
llevar, pero tienen que ver con la seguridad jurídica de tierras.
Es un tema muy complejo y del cual hay que estar pendiente.
¿Y la Orinoquia a nivel internacional cómo está? ¿Está
posicionada?
Sí, mucha gente la conoce porque la Orinoquia es una de las
regiones con potencial para hacer agricultura a gran escala. Cabe
resaltar que el expresidente Uribe en sus mandatos organizó un
plan de promover la Orinoquia en Europa y eso es fácil de hacer
porque la riqueza hídrica, biológica y las posibilidades de la región
son reales. Y si usted sabe hacerlo y decirlo bien eso es muy
convincente, muy persuasivo. Esto le dio mucha visibilidad a la
región en Europa; nosotros estuvimos en Italia, España, New York
y otros lados de Estados Unidos y el conocimiento de la Orinoquia
es a veces más completo del que tenemos aquí. Igualmente, no
debemos dejar de lado que los fondos de biocarbono también le
han dado una gran visibilidad internacional a la región.
Pensando en el rol que podrían desempeñar los estudiantes
¿usted por qué cree que el CEO debe articularse con ellos?
Pienso que los estudiantes son la razón de ser de la universidad
-empecemos por ahí-. La universidad existe para los estudiantes y
creo que la formación de éstos es lo que defne el rumbo del país.
Para dónde vamos y para dónde queremos llegar. Para nosotros
es muy estratégico concientizar a los estudiantes sobre esta región;
porque el que se involucre con la Orinoquia, el que la sienta, la
estudie, la mire en este momento, seguramente le quedará una
huellita en su corazón y en 30 años cuando esté trabajando en
el sector público o privado, la palabra Orinoquia va a tener un
signifcado para él. Tal vez algunos de ellos decidan y reconozcan
el potencial, la fragilidad y la importancia de la región para el país y
para el mundo y decidan dedicarle un poco más de atención.
Creería que, porque son el futuro del país y del mundo, lo más im-
portante para nosotros es que les quede la semilla de la Orinoquia
en el corazón. Considero que eso es fundamental. La razón de ser
de la universidad -como lo dije al principio- son los estudiantes y
por eso es que los estudiantes son fundamentales para el CEO.
En ese sentido, ¿por qué es importante crear una revista
estudiantil dedicada a la región?
Cuando un estudiante escribe algo, ve algo, lo escribe a
un lenguaje que a él le gusta, que lo apasiona. Porque los
muchachos de la edad de ustedes se apasionan con las cosas, se
las toman en serio y escriben en serio. Creo que la revista es una
forma de compartir ese entusiasmo, compartir esa visión con
otros muchachos de una forma que sea en el mismo lenguaje
que ustedes hablan. Si lo escribo yo es una cosa diferente que
probablemente no llamaría su atención. Pero, si lo escriben
ustedes para otro de ustedes, la historia es diferente.
¿Qué les diría a los estudiantes que lo están leyendo?
¿Cómo podrían involucrarse con el CEO?
A mí lo que me gusta escuchar es ¿cómo se les ocurre a ustedes
articularse con nosotros? Muéstrenos a nosotros en vez de
esperar que nosotros les digamos cómo, porque a mí no se me
ocurriría cómo decirles. A mí lo que se me ocurre es lo que ya
estoy haciendo; pero, en cambio, ustedes con esa visión, con
ese mundo que hacen tres cosas a la vez cuando nosotros solo
hacemos dos o una, sabrán mejor qué hacer que nosotros. El
secreto está en que se les ocurra qué hacer y lo hagamos. El
CEO es esa plataforma en la que ustedes se paran para hacer
cosas y no es una institución que les dice qué hacer.
Y, además, este mundo es de ustedes. En 30 años, lo que
hagamos hoy es lo que ustedes van a vivir o a sufrir. Y si ustedes
dejan ahora que nosotros, los que estamos tomando decisiones,
lo hagamos a ciegas, los que van a pagar las consecuencias
o recibir los benefcios son ustedes.
Bueno, ya para fnalizar… ¿Tiene algún mensaje para la
revista Llano Adentro?
Estoy muy contento con lo que están haciendo y he aprendido
de su trabajo. Me encanta ese entusiasmo y que empiecen a
darse cuenta de lo importante que es visibilizar la Orinoquia, lo
importante que es comunicar. Yo estoy feliz con eso y estamos
aquí para lo que podamos ayudar.