María Paula Gutiérrez
El envejecimiento es un proceso en el que se trazan las experiencias de vida sobre el cuerpo.
Es un continuo vivir en el que el pasado tiñe con mayor intensidad los momentos del
presente. Esta condición que se vive en el interior del cuerpo, también implica
transformaciones de los roles sociales y de adaptaciones frente a las pérdidas y ausencias 1 . No todos tienen el privilegio de poder envejecer, por lo que los adultos mayores podrían
considerarse una minoría.
Según datos del DANE, en Colombia el 10% de la población es mayor de 60 años. Aún así, se
espera que este grupo minoritario crezca aceleradamente en las próximas décadas, por lo que
para 2050 se estima que menos de un cuarto de la población, el 23%, tenga o supere esta
edad. Recientemente en el país se han comenzado a incorporar legislaciones y políticas
especiales para este grupo que vive de manera distinta por su condición etaria. Entre ellos
está el artículo 46 de la Constitución, en el que se garantizan los derechos de seguridad social
y alimentación para los adultos mayores en situación de indigencia. De igual manera, desde
2009 se implementó la Política Nacional de Envejecimiento y Vejez, así como otros
programas asistenciales para las personas de avanzada edad que se encuentran en condición
de vulnerabilidad.
Aún así, esas medidas han sido criticadas por ser tímidas e ignorar las realidades de los
adultos mayores, como lo son: la discriminación por edad, la necesidad de continuar
trabajando en condiciones precarias, acceso limitado al sistema pensional, ingresos
insuficientes, viviendas inadecuadas, escasos servicios de medicina preventiva y bajos niveles
de educación y participación política. Hay que tener en cuenta, que las experiencias con el
envejecimiento son heterogéneas dentro del país, por lo que es necesario evaluar cada caso 2.
La región de la Orinoquia tiene sus propias particularidades que deben tenerse en cuenta para atender con mejores resultados las necesidades de las personas que acaparan las vidas más largas del territorio. Para dibujar un retrato de la vejez en esta zona del país es indispensable trazar unas líneas básicas. 1)Tan sólo el 1,4% de los adultos mayores se ubican en las regiones de la Orinoquia y Amazonía, lo que implica reconocer que son una minoría dentro de un grupo minoritario. 2) En estas dos regiones vive la vejez más joven del país, pues el 66% tiene entre 60 y 69 años, mientras que sólo el 10% supera los 80 años 3 .
1 Organización Mundial de la Salud. (2015). Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. Dsiponible en
2 Fundación Saldarriaga Concha. (2017). La vejez de hoy y del mañana en Colombia: logros y retos de la implementación del pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales. Disponible en https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CESCR/Shared%20Documents/COL/INT_CESCR_CSS_COL_27308_S.pdf
3 MinSalud y Colciencias. (2015). Sabe Colombia Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento.
Después del Pacífico, la Orinoquía es la segunda región con mayor porcentaje de adultos
mayores que se autorreconocen como indígenas, lo cual equivale al 16,4% de la población
mayor del territorio. En su gran mayoría (45,5%), están casados o viven en unión libre, lo
cual concuerda con la situación de los adultos mayores que habitan en el resto del país.
En cuanto al nivel educativo, el 72,6% no ha ingresado a alguna institución educativa o ha
cursado hasta primaria, como ocurre en otras regiones. Es sorprendente encontrar que el
8,5% tienen pregrado universitario, el segundo valor más alto después de Bogotá. Por otro
lado, el 5% no se encuentra afiliado a seguridad social y de los que sí lo están, más de la mitad pertenece al régimen contributivo. Sin embargo, 61,8% gana menos de un salario mínimo, lo cual es preocupante con respecto a la situación de las otras regiones del país 4 .
A partir de esta descripción general, se comienza a entrever un rasgo que envuelve a las
personas que envejecen bajo el cobijo del sol llanero y amazónico: la vida social es muy
activa. En primer lugar, la actividad laboral ocupa los días de muchos adultos mayores,
puesto que un 43% dependen de su trabajo como fuente de ingreso, siendo el porcentaje más
alto con respecto a las otras regiones del país.
Los empleos más frecuentes son los que otorga el Gobierno, empresas y a nivel doméstico.
Además, el 37,6% se dedica a trabajar por su propia cuenta o como jornaleros. Ahora bien, la
razón principal para continuar en el mercado laboral se debe a la necesidad de conseguir el
sustento diario ya que tan sólo el 23,8% lo hace para mantenerse ocupado, sentirse útil,
ayudarle a su familia o porque le gusta su trabajo.
Por otra parte, la familia está muy presente en la vida de estas personas, lo cual contribuye
en gran medida a que lleven a cabo sus actividades diarias, tengan estabilidad financiera y
reciban compañía y afecto. De hecho, la Orinoquia y Amazonía son las regiones donde el
acompañamiento que reciben de sus familiares, de las personas con las que conviven y fuera
de este, es mayor que en el resto del país. Además, la participación en actividades sociales se
da con mayor frecuencia en estas dos regiones. Con ello, se puede ver que la soledad no
caracteriza a las personas que envejecen en estos territorios 5 .
Sin embargo, no todo es color de rosa cuando se tiene más de 60 años, puesto a que los
contextos de violencia y exclusión son recurrentes y requieren ser atendidos con urgencia, al
igual que ser tenidos en cuenta dentro de los programas de atención al adulto mayor. El
26,6% de este grupo minoritario han sido desplazados por violencia, siendo el porcentaje más alto de Colombia. Por lo anterior ,varios adultos mayores son discriminados. Además, el maltrato psicológico, físico, financiero y por negligencia es el más alto del país, con porcentajes de 14,3%, 8,7%, 7,1% y 18,6%, respectivamente 6 . Los casos de maltrato se
4 MinSalud y Colciencias. (2015).
5 MinSalud y Colciencias. (2015).
6 MinSalud y Colciencias. (2015).
presentan en gran parte debido a que las familias asumen una sobrecarga al cuidar a sus
adultos mayores, ya que el Estado no contribuye a aliviar estas responsabilidades 7 .
Adicionalmente, en estas regiones sobresalen ciertas condiciones que son insuficientes para
asegurar una buena calidad de vida. Entre ellas está la vivienda, ya que el hogar en que
habitan los más ancianos no propicia las condiciones necesarias para un bienestar integral.
Por ejemplo, el 31,5% de los lugares en los que habita este grupo presenta deficiencia ya que
carecen al menos de un servicio público.
Además, si bien ciertos servicios médicos como las consultas, las terapias o los laboratorios
son utilizados por la población con regularidad y relativo éxito, la provisión de medicamentos
tiene un desempeño muy bajo. En el 23,4% de los casos, estos se entregan parcialmente o no
se entregan. La razones principales son porque no están disponibles, altos costos o no los
cubre la EPS. Además, considerando que en la Orinoquia y Amazonía prevalece la depresión
leve y el porcentaje de adultos mayores con enfermedades psiquiátricas es el más alto del
país, es preocupante que la atención en psicología y nutrición sea la más baja del país, pues
representa sólo el 4,9% y 10,1%, respectivamente 8 .
En pocas palabras, este bosquejo permite visualizar rápidamente y de forma incompleta
cómo se envejece en la Orinoquia y qué es necesario atender con mayor urgencia. Las
situaciones de violencia a las que se enfrentan los adultos mayores deben ser prevenidas y
resueltas. Además, las condiciones de vivienda y servicios de salud que no favorecen el
bienestar del grupo de adultos mayores de la región debería ser una prioridad dentro de los
planes de Gobierno que se dirigen a esta población. Asimismo, las actividades laborales no
deberían ser obligatorias para los más ancianos, sino que debería realizarse sólo en casos en
que la persona lo disfruta y desea hacerlo.
Pertenecer a una minoría dentro del grupo minoritario no debe ser un argumento para
devaluar las necesidades de una población que por su condición temporal requiere de mayores esfuerzos para poder llevar una vida feliz y en paz, por lo que es indispensable la
implementación de programas sociales focalizados para cada territorio.
7 Curcio, C. et al. (2019). Maltrato en adultos mayores colombianos y su asociación con condiciones socioeconómicas y funcionalidad. Colombia Médica, 50(2), 77-88.
8 MinSalud y Colciencias, 2015