EL BICENTENARIO HABLA LLANERO

EL BICENTENARIO HABLA LLANERO

Diego Alejandro Hernández 1

Indigenas, esclavos, pobladores y luchadores de distintas

nacionalidades, que en el llano dejaron el recuerdo imborrable de

la gesta emancipadora y el legado más importante, la libertad.

Hoy, en la conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Boyacá, resulta fundamental

reconocer en profundidad y desde un punto de vista integral, complejo y crítico, no solo lo que sucedió aquel día, sino en la campaña libertadora en su conjunto, sus antecedentes y sus

efectos. Este año somos Bicentenario, porque hace 200 años se desarrollaron acontecimientos políticos y militares en la Nueva Granada (hoy Colombia) que fueron importantes y decisivos para lograr nuestra independencia como Nación. Este año se conmemora la consolidación de la independencia territorial del país; es decir, la expulsión de los reinos españoles de las Américas y el inicio de la construcción de la República en 1819. Este proceso que se comprende como la Ruta Libertadora empezó el 4 de junio de 1819, cuando el general Simón Bolívar cruzó el río Arauca y llegó a la entonces Nueva Granada para iniciar la gesta libertadora. Y culminó con la Batalla de Boyacá el 7 de agosto, la cual le daría a la Nueva Granada la independencia definitiva del Imperio Español.

Este hecho histórico que marcó el inicio de una gesta que cambió la historia de nuestro país y

de buena parte de América del Sur estuvo marcado en gran parte por la participación del llano y los llaneros, quienes tuvieron un papel fundamental para lograr la independencia de la Corona Española. Esto debido a que fue precisamente el llano el epicentro ideológico y militar de la emancipación de la Nueva Granada, donde se sentaron las bases de lo que sería la Primera República. Los llaneros fueron aquellos que forjaron entre los nativos––junto con el caballo, el ganado y el café––el principio de la libertad, cambiando sus ideales ayudados por la idea de la masonería proveniente de Europa. Desde 1781 los llaneros ya habían dado muestras de carácter al desarrollar el movimiento que se conoció como la Insurrección Comunera del Llano, para apoyar a los comuneros de Santander. Igualmente, cuando el pacificador español Pablo Morillo destrozó la Primera República y fusiló a sus principales líderes en 1816, la región del Casanare se convirtió en el territorio clave para reagrupar fuerzas y replantear la guerra por la libertad.

Después, un 18 de diciembre de 1818 se reunieron importantes mandos políticos y militares

de la Nueva Granada y Venezuela para sentar las bases de una nueva Nación. De ese

encuentro quedó la Proclama de Pore de 1818, a partir de la cual se constituyó un gobierno

provisorio para así determinar la alianza de dos pueblos por la libertad 2. Los llaneros fueron un elemento decisivo en la configuración de la independencia de la Nueva Granada. Es por esto que se merecen el reconocimiento más grande al haber entregado lo más

sagrado por la libertad. De este proceso salieron muchos héroes anónimos: indígenas, esclavos, mujeres y hombres. Fueron cientos los que marcharon y pusieron sus vidas en juego, quizás movidos por intereses dispares, pero cobijados por la idea sustancial de construir una nación libre del dominio español. Héroes locales como Juan Nepomuceno.


1 Estudiante de Ciencia Política con doble programa en Historia de la Universidad de los Andes. Contacto: da.hernandezr@uniandes.edu.co

2 Pérez Ángel, H. (1987). La participación de Casanare en la guerra de independencia: 1809 – 1819. Bogotá: ABC.

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