¿Cómo es la jornada en un hato Llanero? Gastronomía.

¿Cómo es la jornada en un hato Llanero? Gastronomía.

El desayuno de un llanero es todo un evento, históricamente marcaba las divisiones sociales. Se servían dos mesas una con cubiertos en plata y la mejor vajilla, mientras al lado, se ponían las ollas y una torre de platos con cubiertos. Los trabajadores llegaban y luchaban por la comida, hacían bromas entre ellos y seguramente alguno quedaba sin comer. Mientras que los “Blancos” (patrones) comían y miraban el espectáculo desde una distancia prudente. Con el tiempo, esto solo queda en la memoria de los trabajadores más experimentados. Los tiempos han cambiado y la rutina de igual manera. Este es el segundo texto de una serie, traídos a ustedes por Llano Adentro mostrando la vida en un hato llanero.

Los muchachos escuchan el grito desde adentro e inmediatamente se acercan al comedor, los espera el patrón sentado en una mesa larga, en la que se encuentra la comida exhibida en diferentes cacerolas. Como es de esperarse, la proteína es el centro de la mesa, es muy raro el llanero que se preocupe por una guarnición que no sea topocho o yuca, e incluso hay algunos que cuando no las ven, se quejan. La carne constituye en gran medida la alimentación del criollo, en la mañana, medio día y tarde.

La carne viene de la sabana y los ríos, cada cosa crece en un circulo simbiótico teniendo al mismo paisaje como medio. El ganado adorna las sabanas junto a los chivos, viven paseándose rumiando cualquier forraje que encuentren. Los marranos en el humedal van osando en busca de lombrices y raíces, pero vaya uno a buscarlos a ver si los encuentra, solo dejan el rastro por donde estuvieron. Las gallinas, patos y pollos se congregan en el patio por la mañana, esperando a que el mensual les de su ración de maíz diaria.

El pescado es otro caso, que solo en verano se saca. Cuando el rio esta seco y es más fácil con la atarraya. El llanero va con sus amigos y Dios de guardia, detrás de la cola de un Bagre, un Nicuro, un Caribe o una Palometa que la ribazón marca. Si se pesca dentro del rio siempre el llanero la pata arrastra, porque un piquete de raya ¡Dios mío si mata!

Antes de Semana Santa hay un pez prehistórico que el llanero en los charcos atarraya, es el Curito, un pez que dicen que durante verano se entierra e hiberna y con el agua vuelve a la vida como por arte de magia.

Pero no todo es carne en este abundante llano, en marzo es la época para buscar la miel antes de que el agua la enfuerte y sepa rancia. La yuca y el maíz en lo alto y arenoso se cultiva con perseverancia, y dicen los antiguos que en lo bajo antes el arroz, mateado se alzaba, para hacer los tungos y las arepas que el desayunito acompañan.

Este es solo un pedacito del menú del llano y ahora querido lector lo invito para que lo pruebe usted mismo, para que acompañe el siguiente cápitulo de esta serie de textos que le muestran el llano mío.

(Continuara…)

José Nicolás García

Politólogo.

Un llanero de ¾ de pata al suelo.

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